Noticias

Artículos

Podcast

Post Page Advertisement [Top]


España no cuenta con una industria del cómic tan sólida como la de Francia o Estados Unidos. Sus autores se quejan a menudo de no estar suficientemente apoyados por la Administración. Eso no impide, sin embargo, que año tras año su larga colección de autores —casi siempre contratados en el extranjero— sea reconocido entre los mejores del mundo. El miércoles se anunciaron los nominados a los premios Eisner, conocidos como los Oscar del cómic, y la tendencia se confirmó. Entre Neil Gaiman, Stan Sakai, The Walking Dead y lo más granado del mundillo, se entreveían siete nombres españoles, frente a los tres del año pasado. Desde veteranos en estas lides como el dibujante David Aja y el autor Sergio Aragonés, hasta estrellas emergentes como Meritxell Bosch, artista del tebeo infantil BirdCatDog.

Pocos autores patrios tienen tanta carrera y reconocimiento internacional como Sergio Aragonés (Castellón, 1937), exiliado de la Guerra Civil que solo con seis años se convirtió en hijo adoptivo de México. El viñetista ha llevado este año a su caricaturesco Groo hasta la última frontera: a enfrentarse con Conan el Bárbaro, personaje al que lleva parodiando más de dos décadas. El cruce Groo vs. Conan, compartido por el guionista Mark Evanier y el dibujante Thomas Yeates (encargado de ilustrar al rey de los cimmerios), le ha llevado de nuevo a asomarse por la categoría de mejor álbum humorístico, así como la de mejor guionista/dibujante. Pero los Eisner no son algo que sorprenda a Aragonés. Tanto si los los españoles como los mejicanos quieren apropiarse de su particular arte, el autor fue el primer premiado de ambos países allá por 1992, cuando el imperecedero fenómeno de Groot empezaba a darse a conocer. Desde entonces, ha sido nominado en numerosas ocasiones como mejor escritor, dibujante y humorista, y en 2002 decidieron incluirlo en el honorífico Hall of Fame.

Camino a sus cifras va el dibujante vallisoletano David Aja (1977), que cuenta con dos Eisner como mejor portadista y uno como dibujante por su trabajo en la serie del superhéroe de Marvel Ojo de Halcón, una mirada íntima y personal al género y al miembro de Los Vengadores escrita por Matt Fraction. Antes de su canto de cisne (el número 22, retrasado desde hace un año, será el último), la colección favorita de la crítica ha logrado otra mención. Ahora solo como mejor serie regular. El autor no ha revelado todavía cuál será su futuro. Ni si será en una de las grandes editoras, o si optará por el mercado independiente. Aunque es uno de los que seguro querrán todas.

Esta segunda vía es por la que ha optado Marcos Martín (Barcelona, 1978), que ya en 2012 fue corresponsable de que la serie del superhéroe ciego Daredevil arrasara en la ceremonia de los Eisner. Ahora es su trabajo más personal, el cómic online Private Eye, sobre un futuro distópico donde todo el mundo vive en un constante Gran Hermano, el que le lleva a ser reconocido. La serie, guionizado por Brian K. Vaughan (Y, el último hombre, Ex-Machina o Saga, la favorita de esta edición), ha logrado colarse tanto como una de las mejores series limitadas y mejores cómic online, gracias a su novedoso método de publicación en el que es el lector el que elige el precio. Panel Syndicate, un experimento digital independiente ideado e impulsado por el propio Martín (que saltó a la fama con sus lápices de Spider-Man), se encarga de editarlo. El éxito de su propuesta ha empujado, además, a otros autores como al catalán Albert Monteys, exdirector de El Jueves, a publicar sus trabajos bajo el mismo sello. El poder, al contrario que en la distopía de las viñetas, está en manos del cliente.

Francesc Capdevila (Barcelona, 1956), más conocido sobre la página como Max, tiene también una larga trayectoria en el mundo de las viñetas españolas (es, no en vano, el único de los mencionados que no ha tenido que salir al mercado internacional para ser publicado), aunque su obra nunca había llegado a los oídos de los Eisner. El artista de El País Semanal y Babelia ha sido reconocido, aunque en una categoría menor como la mejor rotulista, gracias a Vapor (editado en España por La Cúpula), la novela gráfica sobre un moderno anacoreta, Nicodemo, cansado del mundo y su muy particular y onírico mundo. Una metáfora, según el autor, de lo que pasa en un mundo moderno tentado por la eterna distracción.

Y del primer Premio de Nacional del Cómic de España —Max lo fue en 2007— al último, Blacksad: Amarillo, que tiene doble mención en su desembarco al otro lado del Atlántico. La serie publicada en España por Norma y escrita por Juan Díaz Canales (Madrid, 1972) está nominada como Mejor serie internacional, y encumbra además al artista Juanjo Guarnido (Granada, 1967) —nominado a Mejor artista multimedia—, quien, tras cinco álbumes, ya captura casi sin mirar al esbelto felino, detective y galán clásico de novela negra, que da nombre a la serie. En 2013, ya cautivó al jurado venciendo en las mismas categorías.

Entre tanto renombre del cómic adulto, se cuela también la dibujante Meritxell Bosch, cuyo BirdCatDog, el relato de unos heroicos pájaros, gatos y perros escrito por Lee Nordling, ha sido elegido uno de los mejores en la categoría para niños menores a siete años. Porque todavía se necesitan cómics dedicados al público infantil. "Estar nominada es un gran paso en mi carrera y un reconocimiento que no acabo de creerme, pero también es levantarme cada día y seguir luchando por mis metas, dado que este es un mundo muy difícil y competitivo. Siempre me tacharon de tener un estilo de dibujo 'peculiar', así que me ayuda a sentirme orgullosa de lo que hago, de lo que dibujo. Es mucho más de lo que podría esperar", admitía Bosch después de enterarse.

Bottom Ad [Post Page]

| Designed by Colorlib